Es la denominación de un mecanismo recientemente introducido en nuestra legislación reguladora de la insolvencia , cuyo objetivo no es otro que permitir lo que tan expresivamente describe su denominación: que una persona física, a pesar de un fracaso económico empresarial o personal, tenga la posibilidad de encarrilar nuevamente su vida e incluso de arriesgarse a nuevas iniciativas, sin tener que arrastrar indefinidamente una losa de deuda que nunca podrá satisfacer.
Es la denominación de un mecanismo recientemente introducido en nuestra legislación reguladora de la insolvencia, cuyo objetivo no es otro que permitir lo que tan expresivamente describe su denominación: que una persona física, a pesar de un fracaso económico empresarial o personal, tenga la posibilidad de encarrilar nuevamente su vida e incluso de arriesgarse a nuevas iniciativas, sin tener que arrastrar indefinidamente una losa de deuda que nunca podrá satisfacer.
La segunda oportunidad consiste en que una vez liquidados todos los bienes, el deudor de buena fe que se ha sometido a este proceso, puede obtener la exoneración de pago de sus deudas de forma definitiva, y así puede comenzar una nueva vida económica desde cero.
La cultura de quiebra empresarial y segunda oportunidad para personas físicas, está profundamente arraigada en el mundo anglosajón, pues por su dilatada experiencia capitalista saben que unos negocios salen bien y otros salen mal, lo importante es el balance final. Desde famosos empresarios y políticos, hasta oscuros vendedores de coches usados, han pasado por la experiencia de las bancarrotas... y ahí están, en la cima del éxito tras su segunda, o tercera oportunidad.